Achatina fulica
Está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, pero Achatina fulica no parece dar tregua. Este caracol que sobresale por su gran tamaño se ha adaptado fácilmente a la vida en regiones fuera de su zona de distribución natural y se le considera uno de los más grandes caracoles terrestres.
Clase: Gastropoda
Familia: Achatinidae
Género: Achatina
Descripción
El caparazón del caracol gigante africano alcanza hasta 20 centímetros de longitud y 7-10 centímetros de altura. Un individuo adulto pesa unos 32 gramos. El cuerpo posee dos tentáculos cortos y otros dos largos en donde se sitúan los ojos.
De forma cónica y de apariencia estrecha, el caparazón puede tener de 7 a 9 espirales apreciables en su superficie. El color no es siempre igual, sino que depende de las condiciones ambientales del sitio en donde está. Por lo general, es marrón ligeramente oscuro o rojizo con franjas verticales amarillentas. La apertura es relativamente pequeña.
Distribución y hábitat
Aunque nativa del este africano, desde Mozambique hasta Kenia y Somalia además de las islas cercanas, la especie ha sido introducida a muchas partes del mundo a través del tiempo y hoy puede encontrársele de forma natural en países africanos como Ghana, Costa de Marfil y Marruecos; así como en Hawái, Australia, islas y países del Caribe; en islas y regiones de Asia, el Índico y el Pacífico como China, Bangladés, Japón, Indonesia, Sri Lanka, Vietnam, Malasia, Filipinas, Nueva Zelanda, Samoa, Papúa Nueva Guinea, Fiji y Vanuatu. Para resumir, el caracol gigante africano se encuentra en todos los continentes con excepción de la Antártida.
Ahí en donde el clima es cálido y húmedo, el caracol prospera. En África habita a lo largo de los bordes de los bosques, pero puede vivir en los márgenes de los ríos y arroyos, zonas de matorrales, zonas agrícolas, plantaciones, jardines, humedales y en varios sitios urbanos o perturbados. Es capaz de hallarse en climas templados.
Alimentación
Este herbívoro no discrimina entre la materia vegetal viva o muerta, pues tiene un apetito tan bueno que se alimenta de más de 500 tipos de plantas, incluidas las comestibles para los seres humanos. Come hojas, flores, frutas, tallos, cortezas, madera, semillas, granos, nueces, algas e incluso líquenes, hongos y otros caracoles. Cultivos económicamente valiosos para el ser humano como la coliflor, el cacao, la papaya, el maní, la yuca, el plátano y muchos otros vegetales, a menudo se convierten en comida del caracol gigante africano.
Debido a la presencia de su caparazón, en ocasiones debe consumir pequeñas piedras, granos de arena o huesos que le aportan calcio.
Comportamiento
Achatina fulica es mayormente activo durante la noche y durante el día permanece en estado latente, muchas veces enterrado bajo el suelo para mantenerse a salvo de los depredadores. No es una especie social. Por el contrario, pasa sola toda su vida; ni siquiera después de poner huevos establece vínculo alguno con sus descendientes.
Reproducción
Es un hermafrodita: tiene órganos reproductores masculinos y femeninos, así que tiene la facultad de autofecundarse, pero no suele hacerlo. Los sexos se aparean de la “forma tradicional”. Eso sí, los caracoles jóvenes o inmaduros producen únicamente espermatozoides, mientras que los adultos pueden producir también óvulos.
En la etapa previa a la cópula, los dos individuos se acercan, uno de ellos se dispone detrás del otro y se posiciona encima del caparazón. Si el que está debajo lo acepta, se mueve hacia atrás y el caracol de arriba comienza la cópula para transferir esperma y fertilizar los huevos de su compañero. En caso de que se trate de caracoles de tamaño similar, ambos pueden fertilizar los huevos del otro de forma simultánea. La copulación suele llevarse a cabo durante la noche.
Unos 8-20 días posteriores a la cópula, el caracol pone entre 100 y 500 huevos en un nido de tierra o entre rocas y vegetación. La puesta ocurre cada 2 o 3 meses. Los huevos eclosionan después de 11-15 días, pero las crías no reciben ningún tipo de cuidado por parte de sus padres.
Amenazas y conservación
La especie está considerada como una de las más peligrosas plagas para la agricultura y como uno de los animales menos deseados, ya que puede transmitir varias enfermedades tanto a animales como a seres humanos en vista de los parásitos que alberga.
Durante mucho tiempo, los seres humanos han implementado diversas estrategias para el manejo y control de las poblaciones de Achatina fulica. Incluso en algunos países es ilegal poseer estos caracoles. Por otra parte, algunas veces son capturados para el consumo humano, si bien esta práctica resulta peligrosa para la salud.
La lista de depredadores naturales contiene cangrejos, ratas, jabalíes, hormigas y otros caracoles. Más allá de esto, el caracol gigante no se considera una especie amenazada.